DE LA DISCRIMINACIÓN RACIAL Y ÉTNICA

Fotos: Jesús Alfonso

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Tiene 36 años y es la presidenta de la comunidad lingüística q'anjob'al en la Academia de Lenguas Mayas. Asevera que, en 2015, junto con otras dos mujeres, no pudo entrar al club Bajo Fondo por lucir su indumentaria indígena. Su caso está a punto de llegar a juicio.

En 2018, esta comerciante k'iche' de 58 años se convirtió en la última persona que logró una condena por discriminación étnico-racial en Guatemala, tras recibir insultos racistas de una de sus competidoras en el mercado de Huehuetenango.

Tiene 57 años. En 2017, como presidente del Parlamento Xinka, denunció al Ministerio de Energía y Minas por negar la existencia de su pueblo cuando se suspendieron las operaciones de la minera San Rafael, en Santa Rosa. Su caso sigue en investigación.

Con 34 años, es futbolista garífuna del club Siquinalá. En 2018, a mitad de un partido, aficionados del estadio se burlaron de su color de piel. Nunca lo denunció por la desconfianza en los operadores de justicia.

Es una jurista kaqchikel de 45 años. En 2019 se convirtió en la última persona en Guatemala que logró justicia por un caso por discriminación étnico-racial a través del criterio de oportunidad. Recibió amenazas de una mujer que vivía en su colonia, luego del noviazgo entre su sobrino y la hija de la vecina.

Tiene 36 años y es la presidenta de la comunidad lingüística q'anjob'al en la Academia de Lenguas Mayas. Asevera que, en 2015, junto con otras dos mujeres, no pudo entrar al club Bajo Fondo por lucir su indumentaria indígena. Su caso está a punto de llegar a juicio.

En 2018, esta comerciante k'iche' de 58 años se convirtió en la última persona que logró una condena por discriminación étnico-racial en Guatemala, tras recibir insultos racistas de una de sus competidoras en el mercado de Huehuetenango.

Tiene 57 años. En 2017, como presidente del Parlamento Xinka, denunció al Ministerio de Energía y Minas por negar la existencia de su pueblo cuando se suspendieron las operaciones de la minera San Rafael, en Santa Rosa. Su caso sigue en investigación.

Con 34 años, es futbolista garífuna del club Siquinalá. En 2018, a mitad de un partido, aficionados del estadio se burlaron de su color de piel. Nunca lo denunció por la desconfianza en los operadores de justicia.

Es una jurista kaqchikel de 45 años. En 2019 se convirtió en la última persona en Guatemala que logró justicia por un caso por discriminación étnico-racial a través del criterio de oportunidad. Recibió amenazas de una mujer que vivía en su colonia, luego del noviazgo entre su sobrino y la hija de la vecina.

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